26.10.11

Mi día de muertos por adelantado

El día de hoy he estado trabajando con un punto quizá no muy importante aparentemente, pero finalmente arraigado desde niña...doy clases a los niños y una de mis alumnas me preguntó si organizaríamos algo para la próxima celebración del día de muertos. De aquí se derivo la intervención de otros niños para comenzar a contar  lo que les genera miedo, la experiencia me sirvió mucho para recordar lo que a mi también me generaba impacto psicológico y la creencia y atracción que "lo misterioso" nos genera a los seres humanos, comenzaron a dialogar sobre películas de terror que han visto y lo que les hacen sentir, en la mayoría, les atrae mucho ver películas de horror, a pesar de que en la noche no puedan ya conciliar el sueño o despierten en medio de la noche temblando de miedo o teniendo pesadillas por varios días...entonces recordé que de niña yo también sentía lo mismo y muchos de mis miedos de pequeña, me los traje cargando conmigo misma durante el resto de mi vida hasta ahora de adulta. Un ejemplo: el miedo a la oscuridad, el relacionarla con fantasmas, muertos, demonios, etc. y en este momento me puedo dar cuenta del auto-sabotaje que nos hacemos a nosotros mismos al participar dentro de este sistema de mente, dentro de un miedo fantasma que nos paraliza para no participar y hacer algo, de la forma en cómo nuestros propios padres nos llenan de ese miedo al querer "educarnos" y sembrarnos el temor hacia algo que no vemos físicamente para dominarnos y ejercer poder sobre nosotros (disciplina), como eso de que: "Si no haces tal o cual cosa, si no te portas bien, te saldrá el coco, la mano peluda en el baño, la llorona, el hombre del sombrero, etc. y entonces uno va creciendo ya con un miedo implantado dentro de uno, reforzándose cada vez más, incluso con otras personas que tienen ese mismo miedo sembrado internamente, hasta el grado de llegar a ser adultos y aplicar el mismo patrón con los hijos, sobrinos, primos, amigos, etc. un efecto dominó que cada vez crece más y más. 


Recuerdo por ejemplo, algunos momentos en los que llegué a trabajar en alguna empresa en horario nocturno, había un piso en el edificio que estaba en construcción, de repente el elevador se detenía ahí y se abría la puerta, sin que nadie hubiera pedido bajar o subirse en ese piso, era un escenario tétrico y todos nos contagiábamos de ese temor. 


Al día de hoy percibo distinto, se que son los juegos de la mente y como nos desenfoca de lo verdaderamente importante, de lo físico, del aquí y ahora e incluso como se lucra con nuestro miedo como en una forma de humor negro, generando inseguridades de por vida para no enfrentarnos con nosotros mismos de manera real, no fantasmal. Y no sólo eso, en general como nos bombardean a través de la gama de películas de terror que sólo se encargan de afianzar mucho más esos patrones como en un circulo vicioso.


En algún momento experimente al lado de una prima una situación en la que tenía cambios de personalidad muy bruscos, amanecía con moretones de un día para otro y me contaba que un demonio la golpeaba durante la noche.
Participe de esa experiencia con ella porque según yo creía que podía brindarle apoyo, pues era un tema que ella no podía dialogar fácilmente con alguien, fue una situación difícil porque nos empezó a afectar a ambas, porque yo dejé la escuela para poder estar con ella y "cuidarla" de los "ataques que padecía" pues cuando estaba conmigo ella se sentía mucho más tranquila. 


Llegó un momento en que mi madre me prohibió convivir con mi prima, convirtiéndose en algo muy doloroso porque ambas nos teníamos mucho cariño, así tuvimos que separarnos durante algún tiempo, dejándola con ese "problema".
Volvimos a encontrarnos después y aquella experiencia se le redujo, desapareció un tiempo y hasta apenas hace poco que me comentó que de repente le vuelve a ocurrir pero ya en un grado mínimo.


Reconozco, sin embargo que cuando eso sucedió, mi atención se enfoco sólo en ese tema, me olvide de muchos otros aspectos de mi vida y mi percepción se modificó afianzando mucho más la idea de la existencia de la oscuridad y sus secuaces queriendo dañar a los seres humanos, ayudando en esa forma a arraigar mucho más la idea de la lucha eterna entre la luz y la oscuridad y otras patrañas similares.


"Me perdono a mi misma por haberme permitido y aceptado sentirme temerosa de toda la temática relacionada a los fantasmas, demonios, muertos, la llorona y seres invisibles, paralizándome mentalmente durante años."

"Me perdono a mi misma por haberme permitido y aceptado mantener memorias de miedo y revivirlas continuamente, impidiéndome ser libre."

"Me perdono a mi misma por haberme permitido y aceptado participar dentro del sistema de la mente generandome esquemas de terror e impidiendo con eso participar dentro de una vida normal y fluyendo a cada respiro de vida".


"Me perdono a mi misma por haberme permitido y aceptado olvidarme de mi misma con la idea de que yo tengo la capacidad suficiente para apoyar a otros seres que así lo necesitan, como el caso de mi prima y su particular experiencia"


"Me perdono a mi misma por haberme permitido y aceptado entrar dentro del juego de la mente creyéndome un ser especial por vivir una situación fuera de lo común con mi prima, resaltando mi ego y creencia en el sistema de luz y yo como "trabajadora de la luz".


"Me perdono a mi misma por haberme permitido y aceptado vivir atada a esos recuerdos, a la angustia, la culpabilidad de haberme separado de mi prima en un momento en el que creía que ella me necesitaba"


Ahora con Desteni, puedo darme cuenta un poco, de toda la construcción mental que ambas nos hicimos y la forma en la que me ate mucho más a esas temáticas metafísicas.


"Me perdono a mi misma por haberme permitido y aceptado creer en "el demonio" que poseía a mi prima y contra el cual yo también luchaba para que la abandonara"


"Me perdono a mi misma por haberme permitido y aceptado que mi mente de esa experiencia originara dentro de mis sueños una historia de lucha contra "el mal" en el que la figura de Jesús acudía a mi a darme apoyo y energía y que yo tomaba al despertar como una señal de que teníamos que ser muy fuertes para pasar por esa "prueba" que Dios nos mandaba"


"Me perdono a mi misma por haberme permitido y aceptado creer en que la parte contraria a los demonios son los ángeles y con ello hacerme aliada de "los trabajadores de luz" y quizá todo esto es lo que reforzó precisamente mi camino "de luz".


"Me perdono a mi misma por haberme permitido y aceptado programarme una y otra vez con estas creencias, viviendo "un infierno en la tierra" por no ser libre."


"Me perdono a mi misma por haberme permitido y aceptado darle alimento a mi mente con esas ideas referentes a lo misterioso e inexplicable"


Detengo estos pensamientos, recuerdos, el miedo, parándome ante la vida como una e igual con todo, respirando momento a momento y a partir de ahora corrigiendo, aplicando perdón a uno mismo y actuar en sentido común con respecto a estos temas a partir de ahora. Viviendo únicamente en el momento presente.